Hemorragias nasales: causas y tratamiento
Las hemorragias nasales, también conocidas como epistaxis, son un problema frecuente en la población y pueden ocurrir tanto en niños como en adultos. Se producen cuando hay una rotura de los vasos sanguíneos en la nariz y se genera una pérdida de sangre por la fosa nasal. En ocasiones, este sangrado puede ser muy leve, pero en otros casos puede ser muy intenso y representar una emergencia médica.
Causas
Hay varias causas posibles de las hemorragias nasales, algunas son muy comunes y otras más inusuales. Algunas de ellas son:
1. Trauma: es una de las causas más comunes, sobre todo en niños. El trauma puede ser por un golpe directo en la nariz o por la introducción de un objeto extraño en la fosa nasal.
2. Aire seco: esto puede irritar las membranas nasales y provocar sangrado.
3. Hipertensión arterial: cuando la presión arterial es alta, los vasos sanguíneos pueden romperse con mayor facilidad.
4. Consumo de drogas: algunas drogas pueden aumentar la presión arterial y como consecuencia, favorecer la aparición de una hemorragia nasal. Además, el uso de cocaína puede causar directamente la rotura de los vasos sanguíneos.
5. Infecciones respiratorias: las infecciones en la nariz o en los senos paranasales pueden irritar las membranas y producir sangrado.
6. Trastornos de la coagulación: algunas enfermedades o fármacos que afectan a la coagulación sanguínea pueden favorecer la aparición de las hemorragias nasales.
Tratamiento
En la mayoría de los casos, las hemorragias nasales se pueden resolver en casa. Sin embargo, hay situaciones en las que es necesaria la intervención de un profesional médico.
1. Detener la hemorragia: la mayoría de las hemorragias nasales se pueden detener aplicando presión en la zona blanda de la nariz. Sentarse y agachar la cabeza hacia delante mientras se presiona la nariz con los dedos durante 10-15 minutos.
2. Humidificar el aire: si la causa de la hemorragia es el aire seco, es importante aumentar la humedad en el ambiente mediante un humidificador o colocando una toalla húmeda en la nariz.
3. Aplicar un vasoconstrictor nasal: si la hemorragia es leve y persistente, se puede aplicar algún fármaco vasoconstrictor como la oximetazolina para reducir la inflamación y el sangrado. No se debe abusar de estos fármacos ya que pueden generar dependencia.
4. Tratamiento de la causa subyacente: si la causa de la hemorragia es una enfermedad o trastorno, como la hipertensión o un trastorno de la coagulación, se debe tratar este problema subyacente.
En casos muy raros o graves, la atención médica puede ser necesaria. Hay ciertos casos en los que es recomendable visitar inmediatamente al médico como:
1. La hemorragia no se detiene después de 20 minutos de presión.
2. El sangrado es intenso y no cede.
3. La causa de la hemorragia es el consumo de drogas.
4. Hay dificultad para respirar.
5. La persona está tomando anticoagulantes.
Prevención
Hay ciertas medidas que se pueden tomar para prevenir la aparición de hemorragias nasales:
1. Mantener la humedad en los ambientes.
2. Evitar rascar o introducir objetos extraños en la nariz.
3. Tratar las infecciones respiratorias adecuadamente.
4. Usar lubricantes nasales si se presenta sequedad crónica en la nariz.
En conclusión, las hemorragias nasales son una molestia común que pueden ser tratadas en casa en la mayoría de los casos. Sin embargo, es necesario acudir a la atención médica en caso de que la hemorragia sea persistente o presentar problemas respiratorios. Además, es importante tomar medidas preventivas para evitar la aparición de estas molestias en el futuro.